Quisiera saber

Me preguntaba cuántos pasos dabas antes de doblar la esquina. Cuántas veces perdiste las alas intentando salir de esa jaula. Cuántas veces te hiciste un porro sin consecuencias a la izquierda de tu pecho. 

Borrón y cuenta nueva

Me he visto al borde del precipicio,

me he visto cayendo al vacío.

Para muchos un final, yo veo un principio.

Qué tiempo

Ya sumamos veintisiete mil maneras de perder los papeles, de hacer de culpables y jueces si se trata de nuestras idioteces, de jodernos la vida y lamernos si escuece, de odiarnos cada día y querernos a veces.

Y qué veces.

Aleatoriedad

Qué frío. Qué día de mierda.
No debería tomar nada sólido y sin embargo sigo tragando con la culpa.

Lo que yo venía a contarte, amor, es que necesito tu ayuda para rehabilitarme, pero primero tengo que advertírtelo: lo que verás ahora es mi abismo, cierra los ojos y agárrame fuerte.

Hasta de huir

Sé de memoria los segundos exactos

que tengo que acariciarte la cara para que te duermas.

La putada es que las agujas del reloj

no se paran y echan a correr.

Tan bonita como imposible

El mundo se desmorona
y me acuerdo de ti.
Sufro por la fugacidad
y me acuerdo de ti.

El resto de mi vida

El resto de mi vida empieza hoy.

Empieza hoy que has vuelto; y has vuelto porque te fuiste, pero no estuvo mal del todo, porque al fin y al cabo has vuelto, y eso es lo que importa, ¿no?

Es algo así como “odio que te marches pero me encanta ver cómo te vas”.

Enredos de primera mano

Que quiera quedarse.
Que sepa quererte.
Hasta donde no alcance la vista.
Hasta donde el olvido empiece a recordar
lo que un día le hizo llorar.

1000 patadas

Vosotros decid lo que queráis,

pero os da tanto miedo vivir vuestra propia vida porque es un coñazo

que siempre estáis en la de los demás.

Y a mí me da igual,

porque aprendí a vivirme

y a saber que el pasado de alguien no es lo mismo que su presente.

Vacío

Ahogando las penas en alcohol,

y yo quisiera ahogarlas en tus piernas.

Besando labios de hola y adiós,

y yo quisiera saludar a los tuyos cada día.

Me buscarás en el infierno porque soy igual que tú

Ahora que dejas que otra te escriba, que otra te busque, que a veces te encuentre entre los pedazos que yo dejé, e incluso que a ratos te dejas querer.

Ahora... Ahora no te escribo a ti.

No te escribo a ti ni escribo a nadie, porque nadie soy si no os escribo, si no reconozco que aunque duela todo lo que he sido lleva la marca de los besos que nos dimos.

Si prometes que te quedas

Estoy dejando en el bloc todas las cosas 

que podría estar escribiéndote
con mi lengua en la espalda.

A sangre fría

El sol brilla, quema.

Algo no anda bien,

si me tocas, te hielas.

No nos entenderán

Quizá tú no entiendas
que llevo ya más de media vida
siendo adicta a unas manos
que nunca me han tocado.
Y resulta que eran tuyas.

Nunca os pasará

¿Nunca os ha pasado?
Me refiero a sentir ese vértigo incesante cubriéndote las ganas de lanzarte al abismo,
empolvándote la vida con solo un destino
y es el que sigue a sus andares.

Ni en tus mejores sueños

Lo nuestro tenía implícito el fracaso.
El odio.
El rencor.

Sin frenos

Te voy a querer
como si no fueses a dejarme tirada en la cuneta
a la primera de cambios.
Cambios,
de esos en los que tanto te gusta metamorfosearte de vez en cuando.

Rencor por los catorce costados

Me importa muy poco que las horas me torturen, con quién duermas hoy o con quién despiertes mañana, si sabes que aún sueñas conmigo teniendo a otra en tu cama.

Capricho

Me gusta el café caliente
y la cerveza bien fría.
Me gustan tus ojos marrones
y los marrones en los que pueden meterme tus ojos.

Más y mejor

El tiempo pasa y pesa

pero cuando te tengo delante las cosas fluyen

y la gravedad ni siquiera existe.

Lo bonito de la vida

Lo que más queremos siempre es lo que nos acaba destruyendo, desde dentro, poco a poco, desde donde más duele.

Magia

Supongo que no seré la primera
a la que hayas mirado tan... así.
Sabiendo que podrías curarme cualquier verbo en pasado
empapándome en la alegría de tu sudor
cuando lo haces mío.

Madrugada

La madrugada campa a sus anchas.

El sol echa una cabezada

y la luna vigila atenta

cómo quitan las calles.

El reloj marca una hora tan intempestiva que no quiero ni volver a mirar.

Mi accidente

Pude verle reír y gritar bajo las sábanas.

Besarle en la playa, bajo el agua y bajo la lluvia.

Tocamos el cielo sin movernos, deshicimos la nieve y la cama.

Le he visto llorar,

en el asfalto y sobre mi piel,

y de todas mis pesadillas

ninguna volverá a darme tanto miedo como aquella.

Tarde

Recuerdo que decías "Marina, odio que te retrases" como si tú no hubieses llegado nunca tarde.      
Como si fueses perfecto, preciso y exacto.
Como yo quería verte por aquel entonces.
¿Donde quedó tu puntualidad cuando se trataba de querernos?

Dame una razón

Dame una razón para creer.
Para creer que hay camino
más allá de tu espalda,
que hay luz después de tus ojos,
que el tacto de tus dedos no es el cielo.

Déjame volar

Con el tiempo fuiste quitando las plumas a mis alas dejándome sin vuelo.

Quise ponerme a la altura

pero empezó el chaparrón

y se inundaron mis sueños.

Ahora no podemos deshacer todos los errores.

Los cuales,

que por desgracia,

fueron más tuyos que míos.

Matemáticas simples

Lo peor de quitarse la venda que te cegaba
es que a veces se te mete un poco de realidad en los ojos
y te difumina el presente.

Buscando

Buscando en otra persona

lo que falta en ti.

Y los demás haciendo lo mismo.

XXVII

El café y la escopeta bien cargados,
que las dudas no se matan solas,
que los años van saliendo caros
y los sueños van muriendo todos.

Marzo

Ha vuelto marzo a recordarnos
que hoy somos dos extraños
con demasiados daños en común
y muy pocos años a nuestra espalda como para querernos tanto.

Ojalá otra vez

Cuéntame historias sobre las calles húmedas de la Gran Vía,
del tiempo que has perdido,
de lo que has vivido y las sonrisas que ya no tienes.
Cuéntame sobre los viejos conocidos,
las nuevas personas que te ven reír de vez en cuando
y de cómo la primavera parece más invierno en tu vida.
Yo qué sé, dime algo.

Día 18 sin ti

Nunca antes había odiado tanto un miércoles,
y lo hago por el mismo motivo
por el que no puedo escuchar a Andrés Suárez.
Creo que es culpa de todos en general,
que me hablan tanto de ti,
de tu ausencia,
que se me eriza el corazón al recordar
que no volveremos a ser dos.

Música

Seamos fárrago y caos a los pies del escenario.
En esa mezcla de humo y luces
no podrás ponerme riendas.
Pura adrenalina dando saltos al compás de la música
mientras sientes la armonía entrando en mi pecho.
Verás que la música me hace ser y estar.

Punto de partida

Hasta que te das cuenta

que esta vida está formada por contradicciones que son obligatorias,

pero que no tienen por qué incluir incoherencias

si tú decides no vivirlas.

Te vas

Te vas.
Te vas diciendo
que te vaya bien.
Si te vas,
¿cómo coño me va a ir bien?

Me echo de menos

Llevaba meses ignorándome a mí misma. Aplazaba mis problemas para otro día y al final se quedaban clavados a  la izquierda de mi pecho. Pero al final tanta mierda ya no cabe y se desborda. Explotas. Y te das cuenta de la realidad de la que has estado huyendo, la cual ignorabas haciendo oídos y sentimientos sordos. 

Especial San Valentín - ¿Qué es el amor?

Te pregunté qué es el amor, mientras lo sosteníamos en las manos

y aún no has podido explicar qué sentido tiene la palabra sin nombrarnos.

Supongo que el amor es escribirle al dolor en pasado

y recitarnos en presente empapados hasta el alma.

Correr en dirección contraria al miedo

y que el final del camino no sea otro que tu colchón,

y correr, porque ya no hay qué temer,

porque nos esperan horas de gritos y risas,

y sé que a tu lado tengo el mundo a mis pies.

Especial San Valentín - Sigo buscando un nombre

Dejemos las cosas claras.

Te quiero 

los trescientos sesenta y cinco días del año.

Y me encantan los bisiestos,

porque me dejan un día más

con tus caricias,

con tus miradas,

con tu olor.

Contigo.

Especial San Valentín - San Valiente

Valiente,
dícese de la persona que no tiene miedo a llorar
cuando se le inunda el pecho en público.
Que entiende que cuando el amor se atraganta
es mejor escupirlo poco a poco 
que tragárselo.

Especial San Valentín - No sé qué decir sobre el amor

No sé qué mierdas deciros sobre el amor. Lo único que sé es que hay vicios tan imperfectos que no quieres que se vayan del hueco de tu cuello. Que le haces un sitio ahí por mucho tiempo para que sientan que tienen un hogar al cual volver por si necesitan calor.

La única excepción

Si no fueras así...
no, en serio;
si no fueses tan "caramelo envenenado",
tan "deseo equivocado",
si no supieras tanto a excepción,
probablemente yo no estaría aquí;
jugándome la vida
por tu cara sufriendo mi cruz,
saltándome las reglas así,
que por tu sombra se mata mi luz.

No miro atrás

Lo teníamos todo en común.

Menos querer compartir el camino.

Más libre

Hace mucho que ya no me echo de menos porque he vuelto a mí, que al andar me desprendí de todo el peso que llevaba a hombros. Gracias a ello ahora vivo sin preocupaciones. El qué dirán ya no va agarrándome la mano. Podéis ladrar todo lo que queráis que vuestros ladridos no sustituirán a las canciones que llevo en la cabeza.

Cansada

Ayer me levanté cansada.
Cansada de vuestras caras largas

 y vuestros cruces de miradas que no me dicen nada.
Estáis vacíos

y yo estoy llena de ganas.
Cansada de caminar sin un rumbo fijo

y acabar siempre en el mismo sitio.

Hay veces

Hay veces
en las que todo es negro,
en las que odias.
A ti y a todo(s).

Pequeña de las dudas infinitas

Te desvaneces. Como el humo. Dejas atrás un corazón quemado y una habitación en llamas. No hay besos que arreglen este lugar, no hay caricias que recompongan los pedazos de ilusión, no hay miradas que consuelen la pérdida.

Le siento

Quería pedirte perdón,
porque tienes razón.

Cuando me tocas

Los relojes se paran

cuando me tocas.

El tiempo se congela,

pájaros en pleno vuelo,

besos a mitad,

sonrisas inmortalizadas,

la lluvia flotando en el aire.

Confío en ti

Una pregunta tan compleja
que viene a resumirse en algo tan simple
como volver.

A casa.

Contigo.

Como si tú no fueses casa en sí.
Y la mía.

Gracias a ella

Sigo viendo el paso del tiempo

y los siete pecados capitales en cada arruga de la frente de mi abuela.

De pequeña la observaba desde que los rayos de luz me llamaban,

hasta que la noche me acurrucaba en sus cantos de nana con el remoleo de las hojas de los árboles por el viento.

Gracias a ella,

he aprendido a ver más allá.

Hace poco,

la muerte me rozó los dedos intentando agarrarme la mano.

Pero falló.

Y gracias a ello me he dado cuenta

de que no quiero perder más tiempo de mi vida,

ya que en cualquier momento,

en un segundo,

puedo desaparecer sin haber hecho lo que realmente quise desde que observaba a mi abuela:

encontrarme a mí misma y ser capaz de mostrárselo todo a alguien.

Alguien que no diga que quiere quedarse

y que lo haga sin más.

Observando me he dado cuenta de que hay personas que son caricia.

Y eso es lo que siento,

que eres caricia que sin quererlo,

intenta que después de ocho años vuelva a hacer mi propia revolución.

Que pena que no te haya conocido antes,

ya que siento que tú eres imán y yo metal,

y a ver quién coño tiene cojones de intentar separar tanta atracción.

Atazagorafobia

Escribo con los ojos secos
y los puños ya cicatrizados,
con el dolor que no desaparece a pesar de los años
y la angustia que me deja recordar aquel mal trago.
Escribo mientras tú descansas,

por si entras de pronto y me pillas llorando,
por si no sé explicarte el motivo del llanto,
porque verme triste siempre te hizo daño.

Se me da mejor hablar de drama

Cuántas cosas nos pasan por no tener el valor de hablar claro en su momento. Cuántas puertas se cierran en nuestra cara por el miedo a sentir. Cuántas veces dijimos te necesito después de colgar el teléfono.

El querer no basta

Hoy he conseguido meter toda mi vida en una maleta, por extraño que parezca he empaquetado veinte años de recuerdos en quince minutos y tengo que confesar que aun queda espacio por si decides colarte, de golpe y porrazo, como todo lo que haces, como todo lo que hacemos.

Y a la mierda

Estoy cansada de intentar encontrar poesía en la mirada de alguien
y libertad de expresión en sus labios.
Cansada de ver pasar a cuerpos vacíos sin cerebros,
de aguantar a impertinentes
que creen que todo lo saben.

Mi ley reside en tu valentía

¿Dónde estará toda la libertad

que nos piden que cantemos fuerte

y se empeñan en amordazar?

Cómo te voy a dejar ir sin más

Harto de una de cal y otra de arena.
Que por ti bajo la luna.
Que vales la pena.
Que como tú ninguna.

Vuelta a empezar

Como el último suspiro antes del fin del llanto, largo e intenso y, a la vez, relajante.

Caídas de cuenta

Todo el mundo empeñado en ordenarse la vida,

sin darse cuenta que la verdadera magia la esconde el desorden.

Soplo de aire fresco

Eres como esa canción
que no puedo parar de escuchar,
con esos compases
que me invaden y desnudan,
que me hacen sentir mariposas en el estómago.

Por mis cojones

Que idiota el ser humano, ¿no?

Solo nosotros somos expertos en escapar de la persona

que es la única capaz de encontrarte

cuando ni tú mismo logras hacerlo.

De alejarnos de quién fue capaz

de saltar tu propio muro de Berlín para abrazarte.

De quien acarició tu coraza

hasta que esta se abrió

como cuando florece un capullo en primavera.