jueves, 14 de mayo de 2015

Rencor por los catorce costados

Me importa muy poco que las horas me torturen, con quién duermas hoy o con quién despiertes mañana, si sabes que aún sueñas conmigo teniendo a otra en tu cama.

Si te levantas o te acuestas a las siete, si te marchas o regresas de fiesta, o si vas a fiestas directamente.

No sé a quien le enviarás tus malditos mensajes de buenas noches, o a quién llamarás a deshoras, no sé a qué zorra pertenece tu última conexión ahora, y no me importa.

No sé si seguirás con esa costumbre de agarrar de la mano tan fuerte que parece que la fueras a romper, y no sé para qué, si luego dejas escapar lo importante.

Si has decidido cambiar de lado en la cama, si sigues usando esas odiosas zapatillas de deporte o qué locales frecuentas, pero espero no encontrarte.

No me importa nada tu nuevo corte de pelo, que hayas cambiado de colonia o que por fin hayas borrado todo recuerdo mío de tus redes, para pasar página de una vez por todas, para intentar dejar de quererme o yo qué sé.

No me importa a qué dedicas tu tiempo ni quien te saca esas fotos en las que sales sonriendo, pero debe ser bastante imbécil para mirarte reír a través de un objetivo en lugar de a dos milímetros de tus labios.

Hoy es el día perfecto para celebrar que ya no nos tenemos.
Yo voy descorchando el champagne, tú ve marcando mi número.

Esta noche otra vez pienso dormir acompañada de tu ausencia, tú sigue buscándome en los ojos de una furcia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario