domingo, 29 de noviembre de 2015

Qué tiempo

Ya sumamos veintisiete mil maneras de perder los papeles, de hacer de culpables y jueces si se trata de nuestras idioteces, de jodernos la vida y lamernos si escuece, de odiarnos cada día y querernos a veces.

Y qué veces.

jueves, 26 de noviembre de 2015

Aleatoriedad

Qué frío. Qué día de mierda.
No debería tomar nada sólido y sin embargo sigo tragando con la culpa.

Lo que yo venía a contarte, amor, es que necesito tu ayuda para rehabilitarme, pero primero tengo que advertírtelo: lo que verás ahora es mi abismo, cierra los ojos y agárrame fuerte.

domingo, 22 de noviembre de 2015

Hasta de huir

Sé de memoria los segundos exactos
que tengo que acariciarte la cara para que te duermas.
La putada es que las agujas del reloj
no se paran y echan a correr.

jueves, 19 de noviembre de 2015

domingo, 15 de noviembre de 2015

El resto de mi vida

El resto de mi vida empieza hoy.

Empieza hoy que has vuelto; y has vuelto porque te fuiste, pero no estuvo mal del todo, porque al fin y al cabo has vuelto, y eso es lo que importa, ¿no?

Es algo así como “odio que te marches pero me encanta ver cómo te vas”.

jueves, 12 de noviembre de 2015

Enredos de primera mano

Que quiera quedarse.
Que sepa quererte.
Hasta donde no alcance la vista.
Hasta donde el olvido empiece a recordar
lo que un día le hizo llorar.

domingo, 8 de noviembre de 2015

1000 patadas

Vosotros decid lo que queráis,
pero os da tanto miedo vivir vuestra propia vida porque es un coñazo
que siempre estáis en la de los demás.
Y a mí me da igual,
porque aprendí a vivirme
y a saber que el pasado de alguien no es lo mismo que su presente.

jueves, 5 de noviembre de 2015

Vacío

Ahogando las penas en alcohol,
y yo quisiera ahogarlas en tus piernas.
Besando labios de hola y adiós,
y yo quisiera saludar a los tuyos cada día.

domingo, 1 de noviembre de 2015

Me buscarás en el infierno porque soy igual que tú

Ahora que dejas que otra te escriba, que otra te busque, que a veces te encuentre entre los pedazos que yo dejé, e incluso que a ratos te dejas querer.
Ahora... Ahora no te escribo a ti.

No te escribo a ti ni escribo a nadie, porque nadie soy si no os escribo, si no reconozco que aunque duela todo lo que he sido lleva la marca de los besos que nos dimos.