domingo, 17 de mayo de 2015

Sin frenos

Te voy a querer
como si no fueses a dejarme tirada en la cuneta
a la primera de cambios.
Cambios,
de esos en los que tanto te gusta metamorfosearte de vez en cuando.

Menos cuando follamos,
ahí siempre hueles a certeza desnuda de dudas.
Como si no hubiera más vida
que la escupen tus lados ahogando a los míos;
como si no hubiese más muerte
que la de arrancarme tu piel de la mía

Te voy a querer como si no me fueses a costar la vida,
aunque yo sea muy de pagar sin antes mirar el precio
y tú te hayas cobrado ya.

Es que a mí nunca me ha salido ser de esas que lo controlan todo,
yo soy un desastre, y lo sabes.
Y no me pidas que me acuerde de dónde he dejado la cabeza,
que siempre que la he perdido ha sido por ti.
No me vengas con historias que ya sabes que me encanta escribírtelas todas a ti.
No le otorgaré control alguno al viento que necesiten tus ojos para abanicarte los sueños,
porque de ahí respiran los míos.
Ni jamás te pediré una explicación,
ya sabes que no sé encontrarlas la mayoría de veces.

Yo soy más de memorizarte los lunares,
de quedarme con tus gestos y explotarte la risa hasta nunca decir basta.
De erizarte la piel paseándome por tu cuello
para terminar acunándome en tus piernas.
De descubrir canciones y cantártelas al borde de tu nuca para que te escuches fuera de ti,
de leer poemas y enviártelos todos para que te reconozcas dentro de ti.

Yo soy muy de mirar a todas partes y no querer quitarte de en medio.

Mira, te voy a querer con la fuerza del primer beso
y la eternidad que regala el eco del último,
pero sin separarme de tu aliento.

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