Todo el mundo empeñado en ordenarse la vida,
sin darse cuenta que la verdadera magia la esconde el desorden.
El caos que te sorprende por la espalda y te pone la vida patas arriba
para enseñarte a follártela de verdad.
Porque lo correcto
es follarse al amor,
y no dejar que te joda a ti.
Nunca me gustaron los relojes,
las ataduras o las salas de espera.
Siempre fui de sorpresas a destiempo,
de muchas alas
y viajes sin maleta que aterrizaban siempre sobre acolchado.
Hoy he caído en la cuenta
de que hace tanto tiempo que me empeño en buscar lo innecesario,
que casi se me olvida cómo se encontraba lo oportuno.
Hoy he caído en la cuenta
de que yo siempre fui magia
y casi me conformo con cualquier truco.
Pero también he caído
en que no soy de números,
y nunca me saldrán las cuentas del todo.
En que todo lo que puedo ofrecer son mis vuelos.
Un montón de idas y venidas que no sabré ni querré controlar
y seguiré sin saciarme con todos los excesos que se me presenten.
Hoy me he levantado sin caídas de cuenta,
y quiero volver a desatar lo imparable
al ritmo del terremoto que saben marcar tus piernas
cuando me ven aterrizar.
Qué guapa estoy cuando sonríes
y qué bien me sientas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario