Me he visto al borde del precipicio,
me he visto cayendo al vacío.
Para muchos un final, yo veo un principio.
Borrón y cuenta nueva.
La tuya me dejó en números rojos,
heridas invisibles y muerte en los ojos.
Sonrisa aunque llueva.
Entre cafés de máquina,
entre azúcar y sacarina,
cae alguna lágrima,
toco cicatrices,
hago que te erices.
Hago que grites
sin emitir ningún sonido,
que ojalá yo contigo.
Y ojalá tú conmigo.
Escribamos un nuevo libro
y muramos sin el final escrito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario