miércoles, 3 de diciembre de 2014

Mi propia revolución

He visto al viento intentar meterme arena en los ojos
para que no pudiera llegar hasta aquí.
Sin embargo,
no lo logró.
Hace poco acabé con ese capricho que me aburría 
y no me duró ni una semana.

A veces cuesta ser,
volver a palmar sensaciones,
confesar poco a poco lo que una necesita.
Cuesta dar, 
pedir ayuda, 
ser alguien. 
Pero insensata, 
¿qué te da tanto miedo perder?
Quien no arriesga no gana y no pierde.

Me he mirado al espejo 
y voy a darme una oportunidad. 
Me he encontrado a mí misma, 
y otra vez en las calles vuelvo a nacer 
y empiezo mi propia revolución.
Además, 
he tropezado con alguien en el camino
que (creo que) va a ser capaz de llenarlo todo de luz,
de hacer de mi presente 
(y ojalá de mi futuro también) 
un carnaval lleno de música y colores, 
de completar los versos que dejo a medias.

Vi el cielo abierto cuando me diste la mano 
y me dijiste que valgo mucho más que mi pasado.

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