lunes, 15 de diciembre de 2014

Heridas

Aún queman las heridas,
de aquello que fue y no será.
Malos tragos de la vida
que sirven para gritar en silencio "nunca más".

Me miro en tus ojos verdes.
Veo un rostro con el gesto torcido,
un alma con rabia, que hierve,
aunque la vida te haga frío.

Un día me vestí con una máscara,
ideé una coraza a prueba de amor,
me oculté, cual niño, tras las sábanas.
Aprendí que hay muchas lecciones en un error.

Pregúntale a mi almohada a quién pertenece cada llanto.
Noches eternas, ojos como platos,
los problemas son manos en mi cuello, ahogando,
la realidad es un nudo en el estómago.

De vez en cuando me come el estrés,
todo se pone patas arriba,
y el humor se pone del revés.
Vuelven esas heridas.

Nunca olvides lo que fuiste,
ni de dónde vienes.
Nunca olvides quién estuvo ahí
y quién te abandonó.
Las heridas ocultas
nunca sanan,
siempre duelen,
siempre te joden si se tocan.
La vida no te deja olvidar,
pero te enseña a convivir con el dolor.

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