jueves, 27 de noviembre de 2014

No sé por dónde empezarme

Cansada de una guerra eterna conmigo misma,
escupí en mi vida como quien tira una carta a la basura.
Pienso que tengo que volver a casa
pero no tengo dónde cobijarme cuando el frío llega a mí
y se refleja hasta en mi mirada.
Tengo tantas cosas que decirme
que ya no sé por dónde empezarme.
Solo encuentro finales.
Estoy acabándome.

Sé que necesito conocer a alguien
que me siente como marcharme lejos y dar un cambio de aires radical.
La putada es que no encuentro a nadie
que me dé esa sensación
y ahí me quedo, sin nada y vacía.
Soy tal caos,
que nadie es capaz de desbordarme.

Dicen que el paso de los días
puede curar más que lo que tu pobre coherencia puede durar.
Pero mi conciencia me abandonó y no me apoya,
me dio largas hace años y ya no tengo quién me repita
que esto solamente es una mala racha y que pronto llegará lo mejor.
Que me merezco algo mejor.
Que soy lo mejor.

Puede que algún día me perdone a mí misma.
Me sienta libre, me suba encima de mis propios muros
y miré más allá de lo que yo creía.

No sé qué hacer con mi vida ni conmigo misma.
Me siento como una estatua en medio de una plaza que ve el tiempo pasar,
la cual quiere moverse pero que
por más que lo desee, no sabe cómo.
La gente pasa y la ven ahí,
como si nada le importase.
Pero nadie ve que necesita ayuda,
que aunque sea indiferencia hacia la mayoría de cosas,
necesita volver a sentir algo en el pecho.

Me rindo;
sumo otro fracaso.

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